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¿A dónde van los quemados?

Junio 1 de 2014

 

El caso de Fundación deja una vez más en evidencia que el departamento del Magdalena carece de una infraestructura adecuada para atender casos en los que se presentan personas con quemaduras de alta complejidad.

 

Actualmente la sociedad vive sumergida en la inmediatez del momento. Lo que  fue noticia hoy, mañana no lo será. En este sentido, la misma población, se encarga de guardar  en la psiquis, recuerdos de tragedias similares a la sucedida en Fundación, que enlutan familias enteras y que son consecuencia de la circulación de vehículos obsoletos en las vías del Magdalena, el transporte ilegal de gasolina o la irresponsabilidad de algunos conductores.  

 

El recuerdo de las víctimas, permanecerá sólo entre sus familiares, porque cuando el hecho deje de ser noticia, el Estado simplemente lo olvidará. Esta situación, se  refleja en la ausencia de inversión para la construcción de un pabellón de quemados en el Magdalena, ya que los únicos existentes en el país, se encuentran en Barranquilla, Bogotá y Medellín.

 

Cuando en las vías del Magdalena se registran accidentes de tránsito, donde resultan quemadas las víctimas, las ambulancias no saben a dónde llevarlos, y los médicos sólo pueden brindarles los primeros auxilios. En muchos casos, el no recibir una adecuada atención, pone en riesgo la vida de los accidentados.

 

REDES ARTICULADAS

 

Las Redes Integradas de Servicios de Salud, son organizaciones que prestan servicios de salud equitativos e integrales a una población definida, y están dispuestas a rendir cuentas por sus resultados clínicos, económicos, y sobre todo  por aquellos que hacen referencia al estado de salud de la población a la que brindan sus servicios.

 

 Bajo este concepto de Redes Integradas, es que se maneja la salud en Colombia, todo con la finalidad de que, si un centro de salud no cuenta con la infraestructura que requiere el paciente en su momento, este pueda ser trasladado a uno que sí tenga el servicio garantizándole una atención oportuna.

 

“Las entidades de salud son redes integradas, contamos con especialidades, UCI Neonatal, Pediátrica, y  adulta, cuando son quemaduras que afectan más del 40%, o tienen afectación no sólo del cuerpo sino de las vías áreas, de una vez se le brinda la atención requerida a estos pacientes”, afirmó Sandra Castañeda, secretaria de Salud departamental, al preguntarle por la importancia de construir un pabellón para quemados.

 

LOS ANTECEDENTES

 

Orlando Bolívar Villalobos de 52 años, padre de tres hijas,  partió sin despedirse de los suyos. Tal vez, el llevar el apellido de un héroe de la Patria le dio la valentía para reaccionar heroicamente, la noche del 29 de junio del 2012. Día en que el cien porciento de su cuerpo se quemó con aceite de transformador. Este accidente ocurrido en la Subestación Río Córdoba en Santa Marta, dejó consternado a sus compañeros y familiares.

 

Los testigos de este suceso, relatan la forma en que este hombre trató de salvarle la vida a un operario de Electricaribe que estaba su cargo. Paradójicamente, Bolívar dedicó su vida a trabajar con la electricidad, la que consideraba su ‘amiga’ de batalla, pero en una indebida maniobra, acabó con su vida.

 

Al sufrir el accidente, fue trasladado al centro médico más cercano donde le prestaron los primeros auxilios, en una sala que no estaba adecuada para la gravedad de sus heridas, lo cual pudo afectar en cierta manera su evolución médica.

 

Teniendo en cuenta la gravedad de las quemaduras en su cuerpo, se realizaron diligencias para trasladarlo a un centro donde la asistencia fuese más especializada. Este hombre fue trasladado al pabellón de quemados del hospital ‘Simón Bolívar’ de Medellín, donde los primeros partes médicos no daban mucha esperanza debido a la gravedad de sus quemaduras y al vago tratamiento que se le dio en la primera asistencia médica.

Lamentablemente Bolívar, falleció al día siguiente debido a que la mayoría de sus órganos colapsaron.

 

Desde ese día, la familia Bolívar, sigue reprochando la ausencia en la región Caribe  de un pabellón para quemados. Los médicos no pudieron brindarle los primeros auxilios al señor Orlando, quien fue trasladado hasta Medellín, donde finalmente se apagó su vida.

 

Ante una situación como está,  nace un interrogante ¿por qué Santa Marta y el Magdalena carecen de un pabellón de quemados y de hospitales de tercer o cuarto nivel de complejidad? La ausencia de esta infraestructura, que se necesita para atender a los quemados, evitaría tener que trasladarlos a Bogotá, Medellín, o al Hospital ‘Adelita Char’ en Barranquilla, en el que se recibió a varios de los niños que sufrieron quemaduras en la tragedia ocurrida en Fundación.

 

La ausencia de pabellones de quemados en la Región Caribe, deja entrever el problema de que los magdalenenses sufran quemaduras, porque  si se presentan estas situaciones, las víctimas, deberán contar con los recursos suficientes para poder trasladarse a otras ciudades, y recibir el adecuado tratamiento, o en los casos más extremos, puedan salvar su vida.   

 

El reproche es constante. “Que en la región no exista un pabellón para el tratamiento de personas quemadas, es realmente una desgracia”, afirma Andrea Bolívar, quien perdió a su padre, a causa de las quemaduras ocasionadas por el aceite quemado de un transformador.

 

La humanidad no está exenta de sufrir accidentes de este tipo, y tener sólo atención de primeros auxilios, en casos como éste, se convierte en toda una tragedia, no sólo para el quemado, sino para sus familiares, quienes tienen que hacer innumerables, y casi que mágicos esfuerzos, para procurar mantener vivo a su ser querido.

 

“No sólo les falta capacitación y entrenamiento a los médicos  que atienden estas situaciones. Mi papá  se quemó con aceite y su primera reacción fue echarse agua, lo cual es un error garrafal. Pero en definitiva, no solo el departamento sino la región en general, necesitan recursos para enfrentar este tipo de situaciones”, manifiesta Andrea Bolívar.

 

Otro de los accidentes que estremeció al Magdalena, fue el ocurrido en época de Semana Santa en el 2007, en la vía que conduce al Parque Tayrona,  en donde perdieron la vida aproximadamente 25 personas. Los cuerpos quedaron totalmente incinerados, fue muy difícil la labor de reconocimiento por parte de Medicina Legal. Hoy después de 7 años, los sobrevivientes y familiares de las personas que murieron no lo superan.

 

El Jueves Santo del 2007,  transcurría normal para un grupo de muchachos que se dirigía como de costumbre a pasar la Semana Mayor en el Parque Tayrona. Tal vez en el afán de llegar rápido a descansar y tras la espera de más de una hora,  se enceguecieron y se montaron en una chiva mixta en el Mercado Público de Santa Marta. Todo transcurría bien, lo único que notaron fue que el automotor seguía recogiendo personas en toda la vía hasta llegar al último peaje, a pesar de no tener puestos.

 

“Noté que el bus iba demasiado rápido, y cuando ya iba descendiendo tomo mucho más fuerza, ahí supe que algo no estaba bien. Y de repente nos volteamos, la explosión fue inmediata, la chiva se prendió primero en la parte de adelante”, dice uno de los sobrevivientes de esta tragedia que solicitó que su nombre fuera reservado.

 

Este testigo, relató lo duro que ha sido su vida desde entonces, perdió a su novia y a una amiga en el accidente. “Ese Jueves Santo cambio mi vida, desde ahí nada ha vuelto a ser como antes”, afirmó. 

 

Por otra parte, aseguró que “el problema fue que los que sobrevivimos no pudimos hacer nada por la gente, tuvimos que verlos quemar vivos, escuchar sus gritos de angustia y dolor, esos episodios nunca han salido de mi mente”.

Asimismo,  Elmi De Locarno, madre de una de las víctimas que murió incinerada, indicó que “no existe consuelo más grande que entregarse a las manos de Dios y creer que su plan es perfecto. Y que quienes hoy no nos acompañan, a pesar de que no están con nosotros, al menos no están sufriendo las secuelas de sus accidentes y descansan tranquilamente”.

 

SE REQUIERE UN PABELLÓN

 

La importancia de que exista un pabellón de quemados, hoy se ve reflejada en el accidente en donde más de treinta menores perdieron la vida. Claramente salta a la vista que ni en Santa Marta, ni en ningún lugar del Magdalena, se cuenta con la capacidad física y quizá humana necesaria, para la atención de este tipo de emergencias. Lo que implica tener que trasladar a los pacientes, y arriesgar horas fundamentales de sus vidas, en un trayecto que sería innecesario, de existir un pabellón capaz de actuar ante dichas emergencias. 

 

Alex Velásquez, diputado del Magdalena, afirmó que “desde luego es muy importante que se construya un pabellón de quemados en el departamento. Todos los esfuerzos que se pueden hacer en materia de prestación de servicios en salud serán importantes y necesarios, para garantizarle a todos los magdalenenses la prestación de un buen servicio con calidad y una excelente cobertura”.

 

Aunque por otro lado, autoridades coinciden en que de haber un pabellón especializado en cada una de las ciudades de Colombia,  para tratar diferentes tipos de quemaduras, estos niños en Fundación no habrían podido sobrevivir debido a que gran parte de sus cuerpos quedaron totalmente incinerados.  

 

LAS SECUELAS

 

Los traumas psicológicos son palpables,  luego de 2 años, aún se nota la tristeza en los ojos de los familiares de estas personas que han perdido un ser querido de esta manera, sin contar el nudo en la garganta que les dificulta expresar lo que sienten al recordar esos momentos.

 

“Es muy difícil para nosotros como familiares, comprender las razones por las cuales en la región no existe un lugar adecuado a dónde acudir cuando suceden este tipo de accidentes. Al trasladar a nuestros seres queridos en estas condiciones estamos jugando con su vida, y todos estos procedimientos paquidérmicos sólo logran llenar de luto a las familias que tienen que vivir este tipo de situaciones”, indica,  Andrea Bolívar.

Los psicólogos, coinciden en que todos los seres humanos son únicos, todos reaccionan de manera diferente ante situaciones en común, es por esto que algunos episodios son más traumáticos para algunos miembros de la familia que para otros.

 

TIPOS DE QUEMADURAS

 

Existen varios tipos de quemaduras, en primer lugar las quemaduras de primer grado o leves. Estas son las menos graves pues son lesiones de carácter superficial, en donde solo se ve afectada la superficie del cuerpo hasta en un 15% y no son profundas. 

A su vez, existen quemaduras de mayor complejidad que se llaman de segundo grado o moderadas. En la mayoría de veces pueden ser quemaduras profundas, las cuales producen humedad, ampollas y mucho dolor. Estas quemaduras se producen por líquidos hirvientes, aceites calientes o planchas. Con este tipo de quemaduras se compromete de un 15% a un 30% de la superficie del cuerpo,  en estas, es muy posible que existan peligros de infección.

 

Al momento de encontrarse en una situación en donde haya personas heridas por quemaduras, se deben tener en cuenta varios aspectos para atender oportunamente a las personas, y así evitar el deterioro de su salud y una traumática recuperación. 

Las más graves quemaduras, son las de tercer grado o graves. Este tipo de quemaduras son tan profundas que pueden comprometer músculos y otros tejidos. La superficie corporal destruida es del más del 30% del cuerpo. En este tipo de quemaduras no hay posibilidad de regeneración de la piel. Este tipo de quemaduras presentan la mayoría de los niños hospitalizados en los diferentes centros de salud, víctimas del accidente en Fundación.

 

MINISTERIO DE SALUD

 

Luego del suceso ocurrido el pasado 18 de mayo en el municipio de Fundación, el  Ministro de Salud y Protección Social Alejandro Gaviria, anunció “nos vamos a encargar de que la atención funcione muy bien ahora y después”,  aseguró el Jefe de la Cartera de Salud del país.

 

También durante la visita, recordó tres puntos fundamentales: el primero de  ellos es la atención oportuna a todas las victimas que se encuentran hospitalizadas en los diferentes centros de salud tanto en el Atlántico como en el Magdalena. El segundo aspecto es la atención psicosocial a los familiares,  a los cuales se les brindará un acompañamiento durante varias semanas con la finalidad de ayudarles a sobrellevar la situación, a través de un personal del Ministerio de Salud que se trasladó hasta el municipio de Fundación para brindarles apoyo emocional. Y en tercer lugar la indemnización monetaria que se le dará a los familiares de las víctimas.

 

Por otro lado, el Ministerio de Salud liderará las acciones, para que no exista ningún tipo de barrera por parte de las EPS y sus respectivos pagadores, a la hora de brindar y agilizar todo el proceso de recuperación de los hospitalizados.  

 

NIÑOS INVOLUCRADOS EN ACCIDENTES

 

La muerte de niños, es un episodio que golpea duro a la sociedad. El hecho de ver partir a estos angelitos puede ser traumático, no sólo psicológicamente para los familiares de las víctimas, sino para todo aquel que  se sienta identificado por alguna razón con estos menores.

 

A lo largo de la historia, Colombia ha tenido que ver partir a varios menores, ya sea por imprudencia, falta de educación, falta de oportunidades, o la desatención por parte del Estado y sus actores.

 

El pasado 28 de abril del 2004, Colombia volcó toda su atención a la capital del país. 22 niños murieron tras ser aplastados por una retroexcavadora, que adelantaba trabajos para la construcción de troncales del sistema de transporte Transmilenio, en la Avenida Suba con Calle 138 al  norte de Bogotá, cuando los niños se dirigían hacia sus casas, luego de terminar sus labores escolares en el colegio Agustiniano Norte.

 

22 menores muertos y más de treinta heridos, fue lo que registraron todos los medios nacionales e internacionales del fatídico hecho que dejó mudo a la sociedad.  La imprudencia, es tal vez el principal detonante en todos estos casos, pero algunos atribuyen los desastres a mandatos o situaciones divinas. Lo cierto es que han sido muchos niños y niñas los afectados. Por otro lado, la falta de control policial sobre el manejo de estos vehículos, pudo ser una causa de estos accidentes que podrían haber sido evitados. 

 

QUÉ SE DEBE HACER

 

Médicos consultados por Opinión Caribe, expresaron que lo primero que se debe tener en cuenta cuando una persona se quema, es identificar qué tipo de elemento produjo la quemadura, esto con la finalidad de saber qué se debe, y que no se debe hacer, al momento de darle los primeros auxilios al afectado. En casos de personas quemadas con fuego:

 

  • Apagar las llamas del accidentado con lo que tenga a la mano (mantas, tierra, o tirarlo al suelo y revolcarlo).

  • Lavar las zonas afectadas con abundante agua (preferiblemente a chorro) durante al menos 5 minutos.

  • No retirar los restos de la ropa.

  • No se deben reventar las ampollas de agua que aparezcan.

  • No untar pomadas de ningún tipo.

  • Envolver las partes afectadas con paños limpios, toallas o sabanas humedecidas preferiblemente en suero, agua oxigenada o agua.

  • Lo siguiente que se debe hacer es llevar al afectado al centro de salud más cercano. 

 

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Línea de atención: (57) (5) 4210101 

Cel: 300 815 46 18

Santa Marta, Colombia

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