
ÚLTIMA EDICIÓN No. 95
Editorial
“ay como hago para olvidarla
si todavía no he podido
si la quiero con el alma
y porqué no hace lo mismo
la mujer que quiero no me quiere
porque dice que soy parrandero
y además de eso muy mujeriego
y ella quiere es un hombre soltero
y ese hombre no lo puede encontrar
esos hombres se acabaron ya
se acabaron, se acabaron ya
se acabaron, se acabaron ya...”
Apartes de la canción que en su momento puso de moda Farid Ortiz en las fiestas y parrandas y que con posteridad utilizó Hugo Gnecco en su primera campaña a la alcaldía de Santa Marta, derrotando a Luis Vives Lacouture
Se acabaron ya
Columnistas
Cada vez que llega el mes de julio evoco las clases de historia patria y universal recibidas en la época del bachillerato, especialmente en la versión académica de los profesores José Manuel Rodríguez, “El Líder”, Alcides León Redondo y José Leandro Padilla, ya que este mes contiene fechas representativas de independencia en todo el mundo: 4 de julio, independencia de los EE.UU; 16 de julio, toma de la Bastilla en Francia, que además del momento libertario abrió las puertas para que se diera la proclamación de los Derechos Humanos; 20 de julio, independencia de Colombia.
Por:Carlos M. Polo Jiménez
Julio, mes libertario y algo sobre el Centro Histórico


Construir y más construir
Por: Rubén Darío Ceballos
Votar vale la pena cuando ese acto de sufragar se hace consciente, sesuda, reposada, analizada y coherentemente. Cuando por quienes se vota cumplen al menos los requisitos de honestidad, preparación, capacidad, voluntad de trabajo y servicio, proyección, horizontes, se han mostrado, probado y demostrado positivamente en sus condiciones y calidades mejores, sin que importen las muchas atrocidades y desventuras de otros muchos que perjudican el edificio societario, abonan con creces el desánimo y nutren la abstención, lo que no debe hacernos desfallecer en el propósito de construir sociedad y ciudadanía, por lo que no podemos permitirnos como ciudadanos dejar que los menos decidan por nosotros, en lo que es definitivo no perder nunca la perspectiva del mediano y del largo plazo, algo que en nuestro medio mucho solemos hacer, esto es, perder el horizonte.

Un desastre: las oficinas regionales
Por: Cecilia López Montaño
Si las instituciones públicas a nivel nacional tienen problemas, lo que está sucediendo en las regiones con sus oficinas locales es un verdadero desastre. Como siempre, cuando de corrupción se trata, la Región Caribe y en este caso Córdoba, encabezan la lista. Volvimos a la historia dolorosa de la descentralización: la captura de estas regionales por parte de esos políticos que definitivamente no tienen alma. El caso que hoy denuncian los medios debería prender todas las alarmas del gobierno central, ya que los locales parecen no reaccionar.
“Un proceso de paz sin justicia, especialmente de tipo penal, es hoy un imposible ético y jurídico”, afirmó el Fiscal General de la Nación, Doctor Eduardo Montealegre, en entrevista que publicó recientemente el diario EL TIEMPO.
Lo acompaña la razón al hacer ésta aseveración.
Ahora recordemos que esa es la posición que se ha defendido, con insistencia, desde las orillas de la oposición democrática.
Y no era difícil estructurar y abogar por esa postura.
Bastaba con hacer consideraciones humanas acerca de la imposibilidad moral de aceptar que quienes han pretendido imponerse mediante la violencia y el terrorismo, al final, quieran volver a la sociedad sin aceptar su responsabilidad por los delitos que han cometido, ni recibir el castigo adecuado.
Por: Carlos Holmes Trujillo
Así es, señor Fiscal

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