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EDITORIAL

Se acabaron ya

8 al 14 de Julio de 2015

“ay como hago para olvidarla
si todavía no he podido
si la quiero con el alma
y porqué no hace lo mismo
la mujer que quiero no me quiere
porque dice que soy parrandero
y además de eso muy mujeriego
y ella quiere es un hombre soltero
y ese hombre no lo puede encontrar
esos hombres se acabaron ya
se acabaron, se acabaron ya
se acabaron, se acabaron ya...”

 

Apartes de la canción que en su momento puso de moda Farid Ortiz en las fiestas y parrandas y que con posteridad utilizó Hugo Gnecco en su primera campaña a la alcaldía de Santa Marta, derrotando a Luis Vives Lacouture y dándole a la canción un sitial en la historia política del Magdalena. En su momento grandes caravanas que incluían costosos carros, tractomulas, planta eléctrica, y potentes equipos de sonido, daban un estilo muy tropical a un nuevo estilo implantado por la familia Gnecco. Era la época de grandes concentraciones en plaza pública, de discursos grandilocuentes con una mezcla de política y presentación de agrupaciones musicales de moda. Ese era el estilo de hacer campañas políticas hace más de 20 años.

 

“Se acabaron ya”, precisamente eso pensábamos que había sucedido, pues con el paso de los años, las campañas se alejaron de plaza pública por la inseguridad que representó el tema del paramilitarismo o guerrillas dentro de nuestra vida democrática, y se evolucionó hacia un mecanismo más cercano, el de realizar reuniones en espacios cerrados, o el puerta a puerta haciendo más directa la relación entre candidato y elector. Mas adelante se hizo preponderante el papel protagónico de los medios de comunicación tradicionales y su importancia en la difusión de las propuestas y programas de las campañas y candidatos, y ya en pleno siglo 21 con el uso de las redes sociales en una era de internet 3.0 es palpable la interacción permanente y en tiempo real de las campañas o los candidatos con el elector primario.

 

Por eso, volver a presenciar el espectáculo de una caravana con tractomula, con estridentes parlantes, planta eléctrica incluida y canción desempolvada, no fue más que un momento anacrónico con el que muchos de los que recién estrenaran cedula en estas elecciones se sintieron asombrados en su habitual forma de entender hoy la política. Y para los que conocen la historia, resultó un acto aún más absurdo escuchar el tema que asumiera como himno una nueva clase política de un momento impactante de la vida pública de la ciudad, para derrotar la hegemonía del apellido Vives, haciendo evidente que se está desconociendo ese origen.

 

Apenas comienzan las campañas, ya casi está definido quienes son los candidatos, hasta el momento van tres candidatos aspirando a la gobernación del Magdalena y cinco a la alcaldía de Santa Marta, aun no se terminan de armar listas a concejo, asamblea, aun no se organizan todas las posibles alianzas y aun no se tiene claro quién puede resultar vencedor de la contienda electoral del próximo 25 de octubre, tal vez por eso pueda existir nerviosismo que lleve a cometer actos inexplicables como el descrito.

 

“Se acabaron ya”, eso esperamos los que vivimos en el territorio del Magdalena con relación a esos estilos antiguos, deseamos que sea todo el pueblo que salga ganando, mas allá de la victoria de un candidato. Bienvenido el debate en ideas y propuestas, el objetivo debe ser el bien común de transformar nuestra realidad en conquista de competitividad, de innovación, de progreso. En eso deben estar todos identificados, el estilo, método y orientación de cada campaña marcará la diferencia.

 

Que sepa priorizar la atención a nuestras necesidades, que sea un gobernante cercano, que se rodee de personas que equilibren lo técnico con lo político, son algunos de los requisitos a demostrar para ganarse el privilegio del elector más allá de una valla, canción o pose en estudio fotográfico. Temas como la salud, educación, infraestructura, pobreza, seguridad, recreación, igualdad, siempre están presentes dentro de las necesidades insatisfechas de quienes vivimos en el Caribe pero en especial el Magdalena. También es necesario conocer la visión de nuestros futuros gobernantes respecto a cómo hacer más competitivas nuestras ciudades frente a otras en el plano nacional y mundial, aprovechando nuestros recursos naturales y nuestra ubicación geográfica.

 

Un departamento bordeado por el gran río de la Magdalena, que cuenta con un complejo de humedales, la Ciénaga Grande, una Sierra Nevada, con el potencia de desarrollar una actividad portuaria en este mundo globalizado nos tiene que poner a pensar y buscar con ahínco un gran destino, que al igual que la China que describió Nixon en los años 70´s como un gigante dormido que cuando despertó hizo temblar la economía mundial, con un adecuado liderazgo, logremos ese despertar del Magdalena hoy dormido sobre grandes recursos, esperando un cambio en el chip de sus gobernantes y por supuesto en la mentalidad del elector, que nos lleve a provocar un gran impacto en nuestra región y en Colombia entera.

 

“Se acabaron ya”, las distracciones, es hora de asumir el reto histórico de evolucionar hacia la materialización de nuestros sueños, para eso, usted candidato debe entender el compromiso que adquiere cuando presente su nombre a consideración de los magdalenenses. Y usted elector, la responsabilidad de quienes eligen, y con más compromiso de los que han omitido su presencia histórica en las urnas.

De no entender el momento clave al que nos llama este 25 de octubre próximo, estaremos reviviendo las hayacas, las camisetas chinas, la compra de votos y eternizando nuestro distanciamiento con una vida anhelada.

 

Línea de atención: (57) (5) 4210101 

Cel: 300 815 46 18

Santa Marta, Colombia

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