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Alegría en medio de la nada

Mayo 16 de 2014

*En Palmira, corregimiento de Puebloviejo, son testigos de que el buen ánimo y la felicidad, no son privilegios de algunas clases sociales.

 

Contagiar de humor y felicidad a las personas, es el trabajo de una familia caleña que ha dedicado su vida a regalar sonrisas a lo largo del territorio colombiano.  Por tan solo mil quinientos los niños y dos mil pesos los adultos, los puebloviejeros pueden comprar el boleto para ingresar al maravilloso mundo del circo ‘Lombar’, donde la regla principal es reír sin parar.

 

Entregados a su trabajo de trapecistas y payasos, la familia Lombardo Morales, integrada por once personas,  inició su recorrido en Cali, y ha dejado a su paso, en cada lugar que visita, regocijo y alegrías. Esta vez desde el corregimiento de Palmira en el municipio de Puebloviejo, ubicado entre la Isla Salamanca y el mar, donde es evidente la pobreza y la miseria, la familia presenta su espectáculo.

 

A pesar de que Palmira es considerado por las autoridades como un corregimiento pobre que no genera altos dividendos económicos, existen personas como los miembros de la familia Lombardo,  que se interesan por mostrarle a los niños de las comunidades la importancia y el significado de una sonrisa. Cada noche el circo ‘Lombar’ enciende luces e inicia su número, y los pobladores son testigos de que para tener buen ánimo y ser feliz, no importa la condición social.

 

El circo ‘Lombar’, no ha tenido obstáculo para acoplarse a las condiciones de pobreza en que habitan los puebloviejeros. Este contexto ha sido asimilado por los protagonistas del show, Jesús Daniel conocido como ‘Piel Rojita’; Jesús Lombardo como ‘Pocholo’; Tailer Alexander, que actúa como ‘Chespirito’; y Catalina como ‘Katherine’, quienes en vez de reprochar la falta de servicios públicos, de calles pavimentadas, o alimentos diferentes al pescado, se focalizan en brindar emoción  y alegría, ya que aseguran que lo verdaderamente importante es ponerle sentido a la vida y amor al arte.

 

El show ofrecido diariamente a los puebloviejeros prioriza los números de altura, trapecio y el hombre araña. Entre 15 y 20 días en promedio, es el tiempo que dura el circo ‘Lombar’  en cada localidad que visita, y aunque es pequeño en tamaño, y en sus graderías tienen capacidad para cien personas, es grande en adrenalina y emociones.

Sus instalaciones hechas en madera tienen dos funciones, a la hora de presentar el numero son asientos para el público, y el resto del día y la noche se convierten en camerino y cama de los protagonistas, un lugar para la creación de ideas y el descanso, que les permite tomar fuerzas y luego poder brindar lo mejor en el escenario a la hora del show.

 

Los niños son el público principal del circo, acostumbrados a estar corriendo a pies descalzos por las calles del pueblo,  jugando a la cuerda, al escondido, a las sillas, a la carretillas, entre otras actividades tradicionales de los pueblos,  ven en el circo una faceta nueva para seguir siendo felices.

 

Llegada la noche, el ‘Lombar’ abre sus puertas, enciende las luces del escenario y de inmediato el silencio y la soledad se apoderan de las calles, los gritos de los niños se trasladan a las instalaciones del circo donde la familia Lombardo prepara el repertorio.

En hilera, se hacen en la entrada principal, sus rostros irradian felicidad y en sus sonrisas, de oreja a oreja, se refleja lo que en el 2013 mencionó un estudio del Barómetro Global de Felicidad y Esperanza, realizado a 65 naciones, en el que se catalogó  a Colombia como el país más feliz del mundo.

 

Acompañados de los padres, los niños al salir de la puesta en escena, llevan en su rostro una satisfacción notoria, cuyo resultado es un fuerte dolor abdominal producto de las carcajadas generadas una tras otra por los payasos, trapecistas y demás personajes de la función.

 

‘Lombar’, tiene la peculiaridad de aislar a la comunidad de los problemas y dificultades, su carpa central combina colores cálidos y llamativos, robando miradas de quienes por allí pasan y curiosamente se preguntan. ¿Qué tendrá el circo?, ¿dónde estarán los animales? Con respecto a esto  no hay leones, ni tigres, ni mucho menos jirafas, pero sí está el más importante, considerado el mejor amigo del hombre, el perro, que tiene como función cuidar los alrededores de este escenario de diversión y felicidad. 

 

“Con la normativa que prohíbe el uso de animales en los circos,  solo tenemos perros y son nuestros guardianes, del show en el escenario nos encargamos nosotros”, afirma, Jesús Lombardo. Quizás si la Ley 16/38 del 27 de junio de 2013  no existiera, este circo se igualaría a los grandes del país donde los animales son los protagonistas.

La famosa frase cirquera ‘después no digas que no te avisamos’ tiene sus particularidades, y es que cuando es anunciada se debe a que las boletas están en promoción. “Cuando estamos a punto de irnos la entrada baja a mil pesos, se le conoce como entrada general, tanto adultos como niños pagan ese valor y la función es más divertida, se llenan las graderías y gozamos”.

 

UN LEGADO

 

Nacido en cuna de circo, Jesús Lombardo Morales, sigue con el legado que le dejaron sus padres, en compañía de su esposa e hijos recorren ciudades, pueblos y corregimientos dando a conocer el amor que le tienen al humor, recreándolo y expresándolo de la mejor forma en cada una de las presentaciones.

 

“Nací en familia cirquera, mi esposa, hijos y nietos también seguimos el legado, no creería dejar esta actividad, me ha dado el sostenimiento de mi familia y mucho más”, expresa Jesús Lombardo padre y director del circo quien no ve que la tarea que ejerce desde niño pueda acabarse con el tiempo.

 

Su única misión es regalar sonrisas a la vida, compartir el jolgorio a los espectadores que comprando la boleta salen de la monotonía para ingresar al mundo de las carcajadas. Son muchas las historias que recuerda luego del amplio recorrido que ha tenido por el país. El Magdalena les ha dado buena acogida, pero no olvida la vez que fueron expulsados de Santa Marta.

 

“Hace un año el Secretario de Gobierno de Santa Marta nos sacó con la Policía, nos dijo que invadíamos el espacio público. A pesar de eso no me quejo, nos ha ido bien aquí y seguiremos llevando lo mejor del humor por las demás regiones”, dijo Jesús Lombardo.

 

A pesar de no contar con transporte propio no deja de cruzar las fronteras que comprenden la Región Caribe.“Alquilo un camión, siempre busco la manera y los medios de seguir llegándole a la gente. Ahora vamos para a Ciénaga, allá llegaremos con la alegría que nos caracteriza”, indicó el Director del circo ‘Lombar’.

 

CIRCOS DE TRADICIÓN

 

Santa Marta se caracterizó por adoptar a estos particulares visitantes, en la década de los años 90 inundaban los barrios limítrofes de la ciudad, conocidos como circos ‘cartuchín’, muchas generaciones crecieron con esta tradición, sin embargo, esas vivencias han quedado en el recuerdo de aquellos jóvenes que en su momento disfrutaron del espectáculo.

 

La situación se torna oscura para quienes de esta actividad logran el sostenimiento familiar, a pesar de llevar alegría y gozo a las zonas vulnerables, la Alcaldía se ha encargado de rechazarlos porque basados en las normas no brindan seguridad social.

 

Hasta ahora son pocos los circos como el ‘Lombar’que siguen a la vanguardia de la legalidad e instalándose en zonas pobres de las ciudades, su meta es y seguirá siendo generar alegría y buenos momentos.

 

 

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