El Mundial de fútbol que se celebrará en junio es el sueño para todos los amantes del deporte de multitudes y la oportunidad para que periodistas colombianos disfruten de un evento como este en un país fronterizo, pero la realidad dista totalmente de la labor de los comunicadores independientes que añoran llevar los pormenores de la selección Colombia, por la exclusividad que se reserva la Fifa. Este es caso de uno de ellos.

 

 

 

El deporte que más seguidores tiene alrededor del mundose prepara para vivir su mayor fiesta, la Copa Mundial Fifa Brasil 2014, certamen para el que muchos se alistan y pocos llegan.

 

Todo periodista deportivo sueña con cubrir los grandes eventos, la Copa Mundial de fútbol que se aproxima en junio no es la excepción, pero llegar a suelo brasileño es una tarea dura tanto para aficionados, turistas y hasta reporteros.Caminando por las calles de Santa Marta, Luis Alfonso Avendaño Saltaren piensa en lo cerca que está Brasil-2014 para sumarlo a su larga lista de eventos, pero en lo lejos se ve gracias a las barreras que hay para los periodistas independientes.

 

Bogotano de nacimiento, Lucho como es conocido en el periodismo local; “no se va a morir” por ir al mundial de Brasil, pero le queda una sensación agridulce.

 

“La libertad cuando eres independiente es el compromiso contigo mismo, pero a los que les toca con los grandes medios sí es muy agotador. A veces es mejor verlo por la televisión que en el mismo escenario”, comenta recordando los trabajos que ha hecho desde 1996 cuando inició su carrera como reportero internacional.

 

Saliendo desde Cúcuta hacia varias poblaciones de Venezuela comenzó la historia de este periodista que suma en su palmarés cinco Eliminatorias mundialistas, cuatro Copas América, tres Libertadores y un Mundial Sub17. “Yo siempre he sido desprendido de mi familia, de pronto por ahí se tiene la facilidad de viajar, irse despreocupadamente”, explica Avendaño, reconociendo que la única preocupación es volver de cada travesía.

 

Como todos los periodistas independientes que prestan sus servicios a estaciones radiales y medios escritos, Luis Alfonso busca recursos para cumplir con las ‘citas’ internacionales. Muchos ahorros e incontables cortesías hacen parte de las anécdotas de este ‘mochilero del fútbol’ remoquete con el que también se le conoce a Avendaño Saltarén.

 

“Yo planificó las cosas con mucho tiempo, hasta con un año. Comienzo a lanzar las estrategias, diligenciando cartas por aquí por allá, para que faltando tres o cuatro meses ya tenga todos los clientes. Como periodista independiente hay mucha competencia desleal. Yo soy un hombre pobre, no me falta nada pero tampoco se sobra nada”, indica.

 

Para Luis la tarea no es ir a los eventos deportivos, sino hacer parte de estos con repercusiones a diferentes medios. Aunque Brasil está en la frontera suroriental de Colombia, llegar a las sedes mundialistas y las que tendrá Colombia en el campeonato, no es un camino fácil.

 

Un gran monto de dinero y contar con la acreditación mundialista, son los tropiezos que se encuentran en el largo y tortuoso viaje que deben emprender quienes quieran estar de cerca a las estrellas del balón.

 

“Para un periodista independiente es difícil ir al Mundial porque la Fifa sólo acepta a medios que pagan los derechos y los que van allá es por lo que logran. La Fifa se reserva su derecho de admisión, sólo acredita a 5.600 periodistas a nivel mundial, a las federaciones les dan 30 cupos y estas las reparten a los medios de comunicación de mayor reconocimiento en el país. ¿Se imagina a la FIFA acreditando a 20 mil cachivaches gordiflones ahí sentados, eso no tiene presentación”, agrega Avendaño.

 

PERIODISTAS ‘VIP’

 

Una circular de la federación Internacional de Fútbol dada en Zúrich el 3 de octubre del 2013, no se aleja de esas palabras. En ella están los pasos que se deben cumplir para la acreditación de los medios.

 

En el caso de los periodistas independientes, deben enviar la solicitud a su asociación de fútbol nacional y Fifa se encarga directamente de diligenciarla; pero para los que no poseen derechos de radio y televisión o prensa, la Fifa podrá decidir no acreditar a ninguno según su propio criterio, por razones contractuales y espacio limitado.

 

Esas acreditaciones servirán únicamente para acceder a las sedes en los días que no se disputen partidos; además están sujetas a confirmación.

 

Otra ‘piedra en el zapato’ es el dinero. Este Mundial será diferente porque el único medio de transporte entre las sedes será el avión, por las largas distancias.

 

Mientras hay preocupación por los viajes aéreos, el ‘mochilero’ puede buscar zonas de camping y no necesariamente debe pagar hotel. Otra opción sería que entre varios alquilen un ‘mobil home’, que le sirva para viajar y dormir.

 

Estas experiencias no son ajenas a Luis, quien en varios eventos también ha tenido uno que otro aventón. “He conocido mucha gente que se porta muy bien. En la Copa América de Argentina fui a Río Cuartos, desde allí viajamos con unos amigos a Córdoba y Santa Fe. Uno también hace cosas, donde voy cocino y eso también le gusta a la gente”, anota.

 

UN MUNDIAL ONEROSO

 

La economía es motor de este tipo de eventos, que por sus grandes distancias entre sedes, se avizora será costoso tanto para periodistas como para turistas.Para un aficionado existen dos formas de adquirir las boletas, una de ellas es a través de la página web de Fifa, la otra es por medio de Match Hospitalit, programa al que están vinculadas únicamente dos agencias de viajes en el país, Ossa Asociados y Tesoro Tours.

 

El Match Hospitality es el plan por medio del cual Fifa les vende a los aficionados un paquete turístico con boleta, hotel, transporte y atenciones durante el partido.

 

Para un periodista independiente, que debe hacer otro tipo de recorridos, la inversión ronda los 10 millones de pesos, quizás sin la comodidad del turista.

 

La salida de paquetes turísticos ha inquietado el mercado del Mundial, y aunque estos ofrecen comodidad, sus precios son muy altos. Otros más modestos no incluyen transportes aéreos, ni internos, ni alimentación.

 

“Para ir con austeridad mínimo hay que llevar 5.500 dólares, pues para que uno se divierta, se tome una botella de vino, invitar a un colega. Para ser muy arriesgado, unos 5.000”; apunta Luis Avendaño.

 

Cerca de 11 millones de pesos puede costar un plan básico, entre 27 y 38 millones un plan más cómodo y 93 millones un mega plan.

 

Según datos de especialistas, se espera un incremento del 60 por ciento en los precios de las comidas en restaurantes. La tarifa más barata en los hoteles avalados por la Fifa se tasa en 114 mil 206 pesos.