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El berroche de la Cumbia Cienaguera

 

 

8 al 14 de Abril  de 2015

En la composición de la música y letra de una de las más populares canciones folclóricas de Colombia, además de varias exóticas anécdotas, existió una pelea jurídica por varios años en la que estuvieron involucrados, el maestro Andrés Paz Barros, creador de la música original de la canción, el intérprete Luis Enrique Martínez “El Pollo Vallenato”, y el compositor Esteban Montaño.

 

 La música folclórica del Caribe colombiano se ha vuelto con los años en un estandarte para el país. Ritmos que nacieron en los pueblos más recónditos, le han dado la vuelta al mundo, resaltando la riqueza cultural que embarga nuestra Patria.

 

Sin embargo, a pesar de la popularidad de algunos de estos ritmos folclóricos, muchos desconocemos las historias que hay detrás de sus letras y melodías, como sucede con el caso de la reconocida Cumbia Cienaguera, un tema que ha sido interpretado por muchas agrupaciones alrededor del mundo, pero que esconde sucesos interesantes acaecidos en medio de su gran popularidad.

 

OPINIÓN CARIBE llegó hasta el municipio de Ciénaga para consultar a Edgar Caballero Elías, conocido como Chichi Caballero, un hombre que ha dedicado su vida a escribir sobre los grandes cultores de la región, quien nos habló de la vida y obra del maestro Andrés Paz Barros y de la polémica historia de la Cumbia Cienaguera.

 

HISTORIA DE LA MELODÍA

Según los datos históricos de Chichi Caballero, sustentados por un compendio de documentos y fotografías, la historia de la Cumbia Cienaguera comenzó en 1937, cuando el maestro Andrés Paz Barros compuso la melodía (parte instrumental) de lo que él llamó la Cama Berrochona, un tema en ritmo de puya, que posteriormente tuvo la letra que hoy todos conocemos, gracias a la composición de su amigo Humberto Daza Granados a quien apodaban “El profesor Chámber”.

 

“El maestro y sus amigos tenían una agrupación que tocaba en los burdeles de la región, y fue ahí donde nació la Cama Berrochona, haciendo alusión al lugar donde se daban los encuentros amorosos”, relata Chichi Caballero, mientras recuerda la letra con la que en un principio se dio a conocer esta popular melodía.

 

Anoche dormí contigo y la otra noche con la mona

Dormí, dormí y dormí, en tu cama berrochona…

Úntale cebo de cuba pá’ que no suene la lona

Dormí, dormí, dormí ¡ay! en tu cama berrochona…

 

La Cama Berrochona pasó a ser un tema popular que se tocaba en clandestinos burdeles, sin que los cienagueros se imaginaran el éxito que tendría años después cuando apareció en esta historia Luis Enrique Martínez “El Pollo Vallenato”, un juglar que ya se paseaba por Ciénaga, como invitado, en los salones de baile y en la fiesta de San Juan Bautista, en el municipio bananero. Martínez, en una de sus visitas, escuchó el tema interpretado por el profesor Chámber y su amigo Esteban Montaño, compositor del municipio de Tasajera, quien también era allegado al maestro Andrés Paz Barros.

 

HISTORIA DE LA LETRA

Con la ayuda de Esteban Montaño y enamorado de la melodía de la Cama Berrochona, Luis Enrique Martínez viajó a Cartagena para grabar la canción en la disquera Discos Fuentes, cuyo dueño era Antonio Fuentes, quien luego de escucharla, prohibió su grabación argumentando que sus versos eran obscenos y que no iban de acuerdo con los principios de su compañía.

 

“Luis Enrique Martínez le bajó el tono a la melodía y le hizo unos arreglos magistrales, convirtiéndola en cumbia, pero la decisión de Toño Fuentes, de no grabarla, obligó al maestro Andrés Paz Barros a autorizar a Esteban Montaño para que hiciera unos nuevos versos, y fue ahí cuando nació la Cumbia Cienaguera, que terminó siendo grabada por Martínez en 1951”, como nos contó el historiador Chichi Caballero, quien hoy como muchos en el mundo canta con orgullo esta emblemática canción.

 

Muchachos bailen la cumbia porque la cumbia emociona

La cumbia cienaguera que se baila suavezona

La bailan en Santa Marta la bailan en toda la zona

La cumbia cienaguera que se baila suavezona…

 

La Cumbia Cienaguera fue grabada en un acetato de 78 revoluciones por minuto, que se ponía a tocar en un traganiquel. “Ese formato permitía una canción de lado y lado, y el tema de respaldo fue Adiós mi Malle, de Armando Zabaleta, e interpretado también por Luis Enrique Martínez. “El Pollo Vallenato debe tener el merito innegable por darla a conocer. Yo pienso que si él no la graba, no hubiera tenido tanto éxito”, dijo Chichi Caballero.

 

UNA DISPUTA

Después que la Cumbia Cienaguera salió al mercado, su popularidad se expandió por el Caribe, y con el pasar de los años por toda Colombia. Fue registrada en 1953, pero en medio de este auge había un lucha que muy pocos conocían.

 

 Se trataba de la pelea jurídica entre Andrés Paz Barros, compositor de la primera melodía de la Cama Berrochona, con el compositor Esteban Montaño y el cantante Luis Enrique Martínez, porque este último no reconocía al maestro Andrés como el creador de la melodía, y por lo tanto era excluido de las regalías.

 

“Luis Enrique era intransigente y no reconocía la composición del maestro Andrés, él decía que nunca había escuchado la Cumbia Ciénaguera, si no la Cama Berrochona en un aire pajarito, refiriéndose a que era más rápido”, dijo Chichi Caballero.

 

Andrés Paz Barros se mantuvo en su posición de que reconocieran la autoría de su melodía, y en esta disputa fueron muchas las cartas que envío a la disquera y a Sayco, buscando que las ganancias también llegaran a sus manos, y ante todo, que se reconociera públicamente en las calles que la famosa Cumbia Cienaguera, tenía la esencia de su inspiración.

 

Después de diez largos años de discusión, finalmente, el 24 de julio 1963, comparecieron los protagonistas ante el juez Segundo Municipal de Ciénaga, Joaquín Rivas Meléndez, quien resuelve que la melodía de la canción es de Andrés Paz Barros, la letra es de Esteban Montaño y que el intérprete y arreglista era Luis Enrique Martínez. De esta manera quedó definido y hoy por hoy la Cumbia Cienaguera ha sido grabada, en diferentes ritmos, en Argentina, Perú, México, Ecuador, Estado Unidos, entre otras naciones, convirtiéndose a nivel mundial en un ícono de Colombia.

 

UNA CABEZA LLENA DE MÚSICA

Andrés Paz Barros, nació en Ciénaga Magdalena el 29 de diciembre de 1906, bajo el seno de la familia Paz Barros; sus padres fueron Francisca Barros Orozco y Francisco Paz Gastelbondo y tuvo dos hermanos José María y Francisco Paz Barros. Solo pudo estudiar dos años de primaria, pero pudo estudiar seis años de música con la profesora Cubana María Tedy, directora de la Escuela de música de Ciénaga, logrando así obtener el título de músico, otorgado por la Academia de Música de Santiago de Cuba.

 

En 1928 contrajo matrimonio con la plateña Isabel Ospino, con quien tuvo dos hijas; María Josefa y Roquelina Francisca (fallecida) Paz Ospino. Además hay que destacar que el maestro era uno de los arreglistas del Director de la Orquesta Billos Caracas Boys, y fue condiscípulo de Lucho Bermúdez, a quien le dedico uno de los porros que aparece en su álbum.

 

Aunque le fue reconocida la autoría de la música, de la Cumbia Cienaguera, Andrés Paz Barros, nunca obtuvo lo que pensaba que se merecía por concepto de regalías, pues lo que recibía le parecía muy poco para el gran éxito que tenía la canción. Una de sus bisnietas le contó a OPINIÓN CARIBE que el maestro dejaba vencer los cheques a manera de protesta, pero nunca fue escuchado.

 

Además de los malos pagos, el robo de canciones era frecuente para el maestro. “Su problema fue tener la cabeza llena solo música. Cuando pasaba un avión decía: ¡Oye! ese avión va en Do, refiriéndose a la nota musical, y en la plaza nosotros muy jocosa e irrespetuosamente lo llamábamos loco, pero de loco no tenía nada”, narró Chichi Caballero, quien además contó que las personas iban a la casa del maestro y él les mostraba sus obras, cantaba sus canciones y la gente se aprovechaba y las grababa sin su autorización. Entre las canciones que le robaron están: Se Marchitaron las Flores, que fue grabada como Mi Cafetal y reconocida su autoría 40 años después, además de Ritmo Colombiano, La Huaca, entre otras.

 

Andrés Paz Barros fue el creador de ritmos como Chombo, Paso Corrido, Bullerengue Cienaguero, El Sonajero, entre otros y, aunque su obra es escasamente conocida, alcanzó a registrar 91 canciones de las casi 400 que escribió. Hoy, Andrés Paz Barros, es sin duda uno de los maestros más importantes de la música folclórica colombiana, imprimiendo su sello personal en una de las canciones más populares de la historia de la música: La Cumbia Cienaguera que se baila suavezona…

 

Según María Josefa, hija de Andrés Paz Barros, el cheque más alto que recibió su padre fue en 1969, por un monto de $76.000 mil pesos.

 

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Cel: 300 815 46 18

Santa Marta, Colombia

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