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El “Maracanazo de Vilarete”
Abril 1 de 2014
Aunque lo niega con la seriedad que lo caracterizó en las canchas, se convirtió en una especie de leyenda urbana el hecho que en 1977, durante un juego por Eliminatoria, Eduardo Emilio Vilarate, delantero estrella de la selección Colombia se ‘orinara’ el césped Maracaná en la goleada 6-0 propiciada por Brasil. Cierto o no, la historia se propagó entre los conocedores del balompié al punto de considerarlo como la profanación del templo del fútbol mundial.
Del desaparecido barrio Ancón surgieron muchas personalidades de la vida pública, social y deportiva samaria. Hoy muchos han fallecido, pero quedan otros que cuentan sus historias encerradas en las recordadas tres calles del sector.
Esperar los trenes y llevarse unos guineos, comer pescado, bañarse en el mar y jugar fútbol, era la vida de los chiquillos que anhelaban ser parte del Unión Magdalena. Entre ellos estaba Eduardo Emilio Vilarete Fernández, aquel espigado joven que tenía un 'martillo en la cabeza' gracias a su poder de testa a la hora de rematar.
Tras un buen recorrido en el balompié aficionado, donde vistió los colores del Deportivo Ancón, Estrella Roja y Colpuertos, el naciente artillero brilló en dos campeonatos nacionales, incluso, fue goleador en uno de ellos, llamando la atención de los equipos profesionales. Millonarios fue el trampolín para llegar a la primera división en 1974, hasta establecerse en el Atlético Bucaramanga.
Tras dos años en la Ciudad Bonita, regresó a Santa Marta y luego fue a Medellín donde comenzó a tejerse la leyenda de cañonero, cosechando títulos con el Atlético Nacional de Raúl Navarro, Eduardo Meglioni, Francisco Maturana, Gerardo Moncada, Eduardo Retat, Hugo Horacio Lóndero, entre otros.
OSADÍA EN TIERRA CARIOCA
En 1976 fue citado por Blagoge Vidinic para la selección Colombia, pero tuvo un debut amargo porque la tricolor perdió con Uruguay en Bogotá durante un amistoso.
La historia con la Tricolor lo llevó a jugar 21 partidos y un registro de siete goles, en nueve años como delantero de la casaca cafetera.
En el primer trimestre de 1977 se jugaba la eliminatoria al mundial de Argentina 78, la tricolor estaba en el grupo uno junto a Brasil y Paraguay buscando cumplir una misión difícil, liderar el triangular y avanzar a la etapa final donde clasificarían dos equipos y el tercero iría a la repesca con Hungría.
Tras dos empates en casa y una derrota fuera de ella, Colombia, que vestía por esos días un inolvidable uniforme color zapote, fue al Maracaná de Río de Janeiro a medirse con el scratch, con toda una nómina estelar.
La derrota estaba en las cuentas, Brasil venía de ser cuarto en Alemania 74 y contaba con nombres rimbombantes que asustaban al continente.
Roberto Dinamita y Zico pasada la media hora de juego ya tenían una ventaja de 3-0 en el marcador antes que Marinho Chagas, disparará un misil que se metió en el ángulo izquierdo del arco defendido por Luis Jerónimo López.
Marinho salió a celebrarlo a todo pulmón, y mientras que los más de 132 mil espectadores en el estadio carioca gritaban de alegría, llegó la jugada inesperada previó a la reanudación del partido.
Transcurría el minuto 41, Vilarete tomó el balón y se sentó en él ante la mirada de todo un país devoto al fútbol. En ese instante pensó que los iban a humillar. "Había que hacer tiempo porque nos van a llenar la canasta". A su lado, Jorge Ramón Cáceres.
Sin pensarlo, nadie le comentó, Eduardo Emilio sólo reaccionó así ante la realidad que reflejaba el marcador. En otras palabras, paró el juego por un momento.
"Ese Brasil tenía una banda; Gil, Leao, Zico, Rivellino, Toninho, Carlos Alberto, eso era teso", recordó el delantero.
Muchos comentan que Vilarete hasta miccionó en esa jugada al sentarse, él mismo lo desmiente entre risas recordando que uno de los viejos amigos, Eduardo Retat; es uno de los que relata el hecho. "No, eso no paso, eso son puros cuentos" agrega sonriente.
Lo cierto es que Brasil goleó a Colombia 6-0 y la eliminó de toda opción de avanzar, pero aunque eso era de esperarse, el país se enfocó en la acción de Eduardo Vilarete. La afición y medios de comunicación tomaron el gesto cómo una humillación, una rendición, una resignación ante el sometimiento de Brasil sobre Colombia.
Hasta en el mismo Brasil vieron su 'descanso' como la vergüenza, para ellos era como profanar el templo del fútbol, en una nación donde el balompié es como una religión.
Este fue un 'Maracanazo', no como el de la selección uruguaya en el Mundial de 1950, sino otro muy particular, que llamó la atención de propios y extraños.
Esa Selección de Blagoge Vidinic fue criticada por la falta de voluntad para jugar de varios integrantes. Al final fueron terceros del grupo con dos puntos.
Pero no todo quedó allí, tras aquella recordada jugada, memorable para algunos, resistida por otros, marcó el regreso a la cancha colombianas del delantero samario, para él una gran barrera; el rechazo por las silbatinas de la afición cuando Vilarete tomaba el balón. "Eso no cayó bien, a mucha gente no le gusto el gesto", explica.
Vilarete siguió jugando con la Selección hasta el 28 de febrero de 1985, cuando disputó su último encuentro en Asunción, perdiendo frente a Paraguay 3-0.
SU RECORRIDO
Tras surgir en una selección Magdalena para los Juegos Nacionales de 1970 y ser el máximo goleador en el Torneo Nacional de Meta dos años después, Eduardo Vilarete tuvo tres ciclos con Atlético Bucaramanga, dos con Unión Magdalena y otros dos con Atlético Nacional, logrando títulos.
Deportivo Pereira, Deportes Tolima y un pasado por el extranjero en Deportivo Quito y Liga Deportiva Universitaria Quito, antes de recalar en Deportivo Pacifico en Perú, hicieron parte de su larga trayectoria. Fueron más de 160 celebraciones, la última en Colombia, durante un clásico de los santanderes en Bucaramanga, el 9 de agosto de 1989.
Luego, Vilarete se fue a Perú, a jugar en un equipo de segunda división, Deportivo Pacifico. Tras sus últimos juegos en territorio inca, donde fue exaltado, comenzó su carrera de técnico, con el mismo Pacifico.Hoy maneja junto a otro Ramiro Ruiz, ex jugador del Deportes Tolima, una escuela de fútbol denominada Vilarete-Ruiz, en la comuna dos de Ibagué.
DATOS
Eduardo Emilio Vilarete anotó para Colombia en el primer amistoso oficial que se jugó ante Brasil. 1-1 fue el marcador final del partido que se jugó en Bogotá el 2 de febrero de 1981.
BRASIL-COLOMBIA 1977
ALINEACIONES
BRASIL
Emerson Leao
Francisco Marinho Chagas
Paulo Cesar Lima
Roberto Dinamite
Gilberto Gil Alves
Arthur Artunes Coimbra Zico
Roberto Rivellino
Toninho Cerezo
Carlos Alberto Torres
Luis Edmundo Pereira
Jose Maria Rodrigues Ze Maria
Entrenador: Claudio Coutinho
COLOMBIA
Luis J. López
Arturo Rafael Segovia
Gabriel Berdugo
José Zarate
Oscar Bolaño
Eduardo Retat
Osvaldo Calero
Diego Edison Umaña
Willington Ortiz
Jorge Ramón Cáceres
Eduardo Emilio Vilarete
Entrenador: Blagoge Vidinic
Árbitro Ángel Norberto Coerezza
EQUIPOS
Atl. Bucaramanga
Unión Magdalena
Atlético Nacional
Deportivo Pereira
Deportes Tolima
Deportivo Quito
LDU Quito
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