
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD


José Benito Barros: el antropólogo cultural de la Cumbia
8 al 14 de Abril de 2015
Con el reconocimiento que hiciera el Ministerio de Cultura a la vida y obra de José Benito Barros, conmemorando como año de su natalicio el 2015, OPINIÓN CARIBE se une al homenaje del cantautor magdalenense con el propósito de reconocer su importancia en la construcción de los ritmos colombianos, y en el fortalecimiento de unas características propias de la música colombiana, que nos identifican en el mundo entero.
Aunque de José Benito Barros Palomino se han realizado múltiples alegorías por su trascendental obra, y que fuera uno de los más reconocidos cantautores de Colombia a quien se le hicieron en vida múltiples reconocimientos, para Guillermo Antonio Barreto Vázquez, nacido al igual que Barros en el municipio de El Banco Magdalena, y quien pese a haber estudiado para ser economista hoy es más reconocido por ser compositor e investigador cultural de proyectos de patrimonio inmaterial, a José Benito Barros aún hace falta reconocerlo como “antropólogo de la cumbia”.
Para Barreto, conocedor de los pueblos del Magdalena y de los ritmos y compositores propios de la zona “el Departamento tiene un fenómeno muy grande a nivel musical, es aquí donde nacen los ritmos de Colombia, la Cumbia, el Son (patrimonio de Ariguaní), el Pajarito (patrimonio de Salamina) el Chandé, y el ritmo de Tambora, lo cual de una manera u otra ha provocado el nacimiento de grandes compositores que le han dado la vuelta al mundo como Estaban Montaño (compositor de la letra de La Cumbia Cienaguera), y Wilson Choperena (compositor y cantante de La Pollera Colora) pero entre todos se destaca José Barros” puntualizó el investigador.
Desde la perspectiva de Barreto, la importancia de la vida y obra de José Benito Barros se debe a que “es el compositor más polifacético, ha compuesto en muchos ritmos como chandé, paseo, merecumbé, bolero, merengue, cumbia, porro, vals, y danza, agregándole a ello que luego de viajar por el mundo acompañándose con su guitarra y de conocer la grandeza de la industria discográfica, empezó no solo a sacar toda la música que había hecho en su juventud y a reproducirla, sino también a componer en ritmo de tango y de música mexicana”.
Sin embargo, anota Guillermo Barreto, que lo constituye como el compositor más grande que ha parido Colombia y Latinoamerica, es el hecho de que la forma de relatar en sus temas es muy particular “en el primer verso, en las cuatro primeras estrofas,José Benito define la historia y deja una expectativa, que luego desmenuza en el transcurso de la canción”.
Aunque relata Guillermo Barreto que José Barros era una persona que se confundía entre la gente, sus trabajos no dejan duda de que no hay compositor en el Magdalena ni en Colombia, con capacidad similar a la de Barros para componer, como lo dijo en algún momento Agustín Lara.
UN LEGADO PARA NUESTRA IDENTIDAD
En Colombia, ninguna generación parece escaparse de escuchar, tararear o en el mejor de los casos interpretar una canción de José Benito Barros, así desconozca pormenores de su compositor.
“En una calle de Tamalameque dicen que sale una llorona loca”, “arbolito de navidad que siempre florece los veinticuatros, “el pescador habla con la luna, el pescador habla con la playa”, “que me dejó tu amor que no fueran pesares” son sin lugar a dudas frases que de una u otra manera se han inmortalizado, al constituirse como lo dice Barreto en “el sentir de las gentes”.
“Yo vine a saber de José Barros en el año 67, cuando uno de mis maestros me enseñó La Piragua, aún no se había grabado y fue quizá la canción que me inmiscuyó en el cuento de la Cumbia, después, en el año 70 se grabó la canción que se convirtió en la canción de moda para la época y que quizá no ha pasado de moda, hoy en día los niños conocen, tararean y estudian música con las canciones de José Barros y, en el exterior, la cumbia se identifica con sus composiciones” refiere Barreto.
De igual manera relata el investigador banqueño que su música posee un componente sociocultural porque en sus versos se identifica nuestra cultura, nuestra imagen, y costumbres, proceso que logró tras hacer un recorrido por los municipios del Magdalena y con la creatividad que lo caracterizaba, describió historias y experiencias cercanas, de amigos, vecinos y familiares en las cuales encontró el extracto para construir sus canciones, entre las que encontramos algunas inspiradas en Chimichagua, Tamalameque, El Banco, Mompox y Magangué solo por mencionar algunas.
José Barros trasmitió un importante legado de generación en generación, porque fue el creador de más de 500 canciones que relatan la historia del nacimiento de la Cumbia, sus características e instrumentos que la constituyen, las cuales en cualquier país se identifican como particulares de la tradición de Colombia.
Hecho que explica Guillermo Barreto cuando se refiere a que fue él quien por primera vez “describió al país de Pocabuy (en la depresión Momposina, extensión territorial que está comprendida por Magdalena, Sucre, Cesar y Bolívar) y las costumbres de los indios Chimilas, contando a su vez la historia del rito de la Cumbia, del cual muchos desconocen que nace como una ofrenda que mujeres y hombres hacen al Cacique Chimila, llamada La rueda del Cumbión, y era un rito que consistía en bailar alrededor del Cacique con las espermas, que iluminaban su camino hacia la eternidad.
Asegura Barreto que “el concepto de galanteo y conquista que se le da en la actualidad a la Cumbia, proviene del Carnaval de Barranquilla en el cual el espectáculo de las comparsas trasformó el color de los vestidos, incluyó el machete como elemento nuevo no tradicional, muy distintos a los que se observan en los pueblos de Magdalena que suelen tener más profundidad, sentimiento y melancolía”.
LA CUMBIA
Para Guillermo Barreto, la cumbia tiene una característica fundamental que permite identificarla, nace de sincretismo cultural de las tres etnias que se fusionaron, como sucedió con el sincretismo religioso, los indios no bailaban cumbia, los africanos no bailan cumbia, los españoles no bailan cumbia pero juntos la crearon, el español aporta la vestimenta y el africano trasformó el percutor del indio en tambora y basándose en nuestro ostinato el africano aporta la poliritmia”.
“No importa si la Cumbia es clásica o moderna, en Colombia y en todo el mundo tóquense como se toque, la cumbia tiene lo que se llama el ostinato que es un golpe a contratiempo propio de nuestra cultura, que hace el llamador, y es totalmente indígena, cuando llegaron los españoles ese era el golpe que los indígenas hacían por más de cuatro mil años, donde suene el ostinato hay cumbia”.
Para Barreto la importancia de José Benito Barros en lo que se refiere a la Cumbia, radica en que las letras de sus diferentes composiciones definen la cumbia, los elementos que la constituyen, inmortaliza el sonido de los instrumentos y los movimientos de las bailadoras, las características de los ritmos, que finalmente hacen que hoy su obras se constituyan en guía para los demás compositores banqueños e incluso para la misma gente banqueña, porque la música de Barros es el reflejo del sentir de los banqueños, que expresan sus sentimientos a través de esta.
La cumbia se podrá escuchar en todas las orquestas, porque después de que haya tambora, llamador, guache, gaitas, caña de millo y en general instrumentos artesanales, tendremos que identificarlo como Cumbia en cualquier parte del mundo y quizá eso sea lo que vende”.
Línea de atención: (57) (5) 4210101
Cel: 300 815 46 18
Santa Marta, Colombia
SÍGUENOS:
POLITICA
administrativo@opinioncaribe.com
webmaster@opinioncaribe
Pin 2A79B801