

La otra cara de Mompox
22 al 28 de Abril de 2015
Mompox, ubicado en el departamento de Bolívar, considerado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1995, tiene su lado oscuro. Actualmente el municipio no cuenta con relleno sanitario y su sistema de alcantarillado tiene más de cincuenta años de existencia, factores que desaniman a los momposinos y revelan la ausencia de políticas públicas en el municipio.
Mompox, referente histórico por ser un puerto orfebre y por la pujanza comercial que tuviera durante la Colonia, llegó a constituirse como municipio epicentro de la región Caribe, contó incluso con un aeropuerto, y ante la dificultad de las carreteras, convirtió su tramo del río Magdalena en un referente comercial por la importancia de su puerto fluvial, ubicado estratégicamente para la Costa.
¿QUÉ PASÓ CON MOMPOX?
Aunque el calificativo positivo que llega a la mente de quien escucha mencionar Mompox, deriva de su tradición orfebre y de la popular celebración de la Semana Santa, hoy según manifiesta la comunidad menos favorecida, la realidad ya no es la misma.
Las tradicionales procesiones, y la visita a las siete iglesias de arquitectura colonial, significa sumergirse en un mundo de arte barroco, que recuerda las antiguas épocas de esplendor, que se ve opacado por aspectos que como lo expresan los momposinos, evidencian la ausencia de administración.
“Las basuras se vierten en las esquinas y en las carreteras sin ningún tipo de prevención, en Mompox no hay saneamiento básico y el alcantarillado se rebosa, y para completar el moño no hay agua potable” expresó Gabriel Marsiglia, médico momposino, quien agrega que son necesidades básicas que deben garantizarse por parte de los gobernantes de turno.
Sin embargo, pese a sus problemáticas internas, Mompox cuyo Centro Histórico fue declarado Monumento Nacional en 1959, y que posee otros atractivos como la orfebrería tradicional, atrae permanentemente el turismo de todo el país y del mundo, aunque, resaltan los mismos momposinos que el municipio está perdiendo protagonismo tanto en la región de Bolívar como en el sur del Magdalena.
Considera la comunidad, que en Mompox no se desarrollan políticas públicas que generen aportes a la transformación que se necesita, lo cual ha llevado al municipio a convertirse en una zona de degradación del medio ambiente, que expresan se debe a gobiernos sucesivos en lo que parece predominar el desapego por el progreso.
Coinciden los momposinos en sus declaraciones, que el área colonial del Municipio se ha mantenido como vitrina que alberga a cientos de turistas en cualquier época del año, gracias a la intervención económica que hace el Ministerio de Cultura y a que características arquitectónicas y de diseño le salvaguardan y blindan de estas deficiencias de sanidad, pero que la crisis del alcantarillado es un factor que perjudica el diario vivir de la comunidad residente en los barrios populares.
“El alcantarillado no se desborda en las calles históricas, se desborda en los barrios populares, donde la voz de la minoría no es escuchada, ciudadanos sin dolientes que les toca aceptar esta triste realidad”, apuntó Marsiglia.
VULNERABILIDAD
A pesar de la existencia de la Ley 1523, en las que se definen las políticas de manejo ambiental y gestión del riesgo, asegura Marsiglia que éstas en Mompox no se perciben, y se presume la inexistencia de planes municipales con tal propósito.
“Mompox es impactada periódicamente por inundaciones a causa del desbordamiento del río, que se dan por estar insertada en la depresión momposina, principalmente en las zonas marginadas, aisladas del Centro Histórico que sufren catástrofes naturales e inundaciones permanentes que reflejan un municipio con más pobreza y menos progreso”, sintetizó Marsiglia.
El eco de la comunidad momposina, difunde necesidades básicas insatisfechas como falta de agua potable, problemática que promueve la movilización de las familias en busca del líquido preciado.
“Programé un horario a mis hijos de las horas en las que llega el agua, nos toca acoplarnos ya sea para lavar y para uso doméstico, ya que el servicio no es posible las 24 horas del día”, dijo Fani Cantillo madre cabeza de familia.
Expresan los líderes la falta de voluntad política para recuperar los cuerpos acuíferos y cuencas naturales, canalizarlas y mantenerlas como comunicación entre la zona rural y la cabecera municipal.
Denuncia la comunidad momposina, que en las pocas obras que se han iniciado en el municipio, se evidencia más el interés político que el de satisfacer necesidades.
Refiriéndose puntualmente a “la manga de peñoncito fue una obra que buscaba bloquear la corriente del río y evitar las inundaciones, sin embargo, la infraestructura del dique fue construida perpendicular al río, acción que va en contra de su objetivo”, expresó Marsiglia.
Manifiestan los líderes que estas anomalías obedecen a la falta de planeación por parte del municipio y a su apatía por proteger el ambiente, agregando que se trata de intereses políticos más que de progreso social.
Al indagar con la comunidad, ésta asegura que aunque se trata de hechos que atentan contra el medio ambiente, las entidades que deben encargarse del tema no se pronuncian ni toman partido.
Sumado a ello, aunque la agricultura ha sido fuente de vida de las familias momposinas, en la actualidad, como manifiestan los moradores del área rural del municipio, no cuenta con consejos de desarrollo rural que garantizarían la existencia de proyectos productivos a nivel del campo al igual que la el mejoramiento de las viviendas campesinas “aquí no se ven inversiones, la falta de políticas públicas nos tiene estancados” asegura Marsiglia.
¿DÓNDE ECHAN LA BASURA?
“El municipio no cuenta con un relleno sanitario, y este se pensó construir en el terreno donde está instalado el bebedero subterráneo más importante de la isla,si fuese por la administración en turno, tal plan se hubiese hecho, gracias a la oposición del pueblo que logró que se descartara esa barbaridad”, asegura el médico Miguel Marsiglia.
Ante la ausencia del relleno sanitario, la basura tanto de foráneos como de residentes, es recogida por carreteros, quienes cumplen la función de carros de basura trasladando las bolsas desde la entrada de las casas, hasta arrojarlas en los dos puntos de ingreso al municipio, que parece no tener dolientes.
NO HAY PLANTA DE TRATAMIENTO
Tal y como lo relata la comunidad momposina, son múltiples la enfermedades que se presentan en por el consumo de agua no tratada, “quienes más sufren por esta problemática son los niños, los malestares estomacales son el diagnóstico que tiene alarmados a los momposinos”, sustenta Carlos Cantillo residente.
Ante esta realidad, OPINIÓN CARIBE constató que en Mompox no hay planta de tratamiento de agua, lo cual indica que el líquido que consumen los momposinos es extraído directamente desde del río Magdalena, cauce fluvial que de acuerdo a distintos estudios de investigación, posee un alto grado de contaminación ya que sus aguas se vierten productos de actividad industrial, minera, agrícola y doméstica.
¿QUÉ DICE EL NIÑO DIOS?
El uso de exóticos apodos, suele ser frecuente en ciertos municipios y ciudades sobre todo si trata de la Costa. En Mompox, como lo conoció nuestro grupo periodístico, la máxima autoridad, el alcalde municipal José Orlando Rojas, ha sido apodado “El Niño Dios”, y segura la comunidad que se debe a que “todos saben que existe pero nadie lo ve”.
Haciéndole conocer su apodo, y en medio de la procesión del Santo Sepulcro del Viernes Santo, con vela en mano se pronunció ante las inquietudes de OPINIÓN CARIBE.
En referencia a la infraestructura vial el alcalde dijo estar atento al proyecto de asfalto del tramo desde el corregimiento de Bodega en el departamento del Magdalena, hasta la cabecera municipal de Mompox, y del otro tramo hasta el municipio de Magangué Bolívar, obras que iniciarán en el mes de junio.
“Estamos saliendo del aislamiento en el que hemos estado, son más de siete años lejos de toda la Costa Atlántica y el interior del país”, dijo el alcalde.
Mientras el alcalde asegura la restauración de la vía, son inaceptable los contrastes que se perciben en el camino que desde Santa Marta conduce a Mompox, es una obligación pasar por carreteras del departamento del Cesar, y es notorio, al comparar el estado de la vías, que en los trayectos de Cesar los autos transitan sin mayor inconvenientes ni retrasos porque éstas están en óptimas condiciones, contrarias a las que se encuentran en el territorio de Bolívar, donde toman protagonismo los huecos que son evidentes sólo para aquellos que a diario transitan esta zona.
LA BASURA
De acuerdo a lo expresado por la máxima autoridad del municipio, el problema de las basuras es causa de la mala cultura ciudadana de los momposinos y que las principales vías se han convertido en clandestinos basureros sin razón porque el municipio cuenta con un carro compactador de basura con capacidad para 30 toneladas de basuras a diario del que la comunidad no hace uso. Al respecto de ello la comunidad asegura que el servicio solo satisface la necesidad del área colonial.
“El municipio está a la espera de la compra de un relleno sanitario regional en la zona rural, donde el ministerio de vivienda está dispuesto a otorgar los recursos, para acabar con la basura no solo de Mompox sino de los corregimientos vecinos”, apuntó José Rojas alcalde.
AGUA POTABLE
Al respecto del tema del agua potable, la máxima autoridad, el alcalde José Orlando Rojas, manifestó que en conjunto con el consorcio de acueducto de Mompox, se están invirtiendo cuatro mil millones de pesos, para pasar de proporcionar el líquido de 18 horas a 24 horas.
Frente al tema de alcantarillado, el mandatario reconoce que es un sistema obsoleto de más de cincuenta años, al cual se le destinarán treinta mil millones de pesos para su restauración en obras cuyo inicio será en el mes de junio, con recursos provenientes del Estado y el departamento de Bolívar.
Finalmente, aunque la comunidad denuncia la poca inversión pública, la administración destaca las inversiones en áreas del deporte.

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