Ingris Padilla criticó duramente contra la gestión del consorcio Maná. Citando a rectores y ecónomas, la funcionaria sustenta sobre anomalías a la hora de la entrega de los alimentos a parte de la población escolar del Distrito.

 

Para la secretaria de Educación del Distrito, Ingris Padilla, existen razones de peso para ponerle la lupa al proceso de entrega de alimentos por parte del consorcio Maná. Según la funcionaria ha solicitado al director del Icbf Magdalena, el sitio de elaboración de los alimentos para 50 sedes a las que llegan preparados desde hace 15 días, pero aún no le han dado respuesta.

 

Según la jefe de la cartera de educación, es curioso que justo al día siguiente del cerramiento de la bodega donde fueron encontrados alimentos en mal estado, los desayunos que llegaban a las 9:30 de la mañana, llegaron a las instituciones a las 7:30 am.

 

“No estaban entregando raciones completas porque ese día (21 de marzo) en los colegios Antonio Nariño y Jacqueline Kennedy, recibieron 50 y hasta 70 raciones que no se venían entregando”, explicó la funcionaria vía Whatsapp.

 

OPINIÓN CARIBE: Según la rectora del colegio de Aereomar, todo está bien

 

INGRIS PADILLA: “Yo no sé qué ha pasado que de un momento a otro cambiaron de opinión, por ejemplo en el reempacado de alimentos. Que contradicción de lo que yo vi el día que fuimos a inaugurar unas adecuaciones al restaurante escolar, nos vinimos para la cocina y encontramos un montón de bolsas transparentes y blancas en donde no aparece registro de Invima, ni fechas de vencimiento y fabricación, ni nada”. ¿Será que les dará miedo hablar? o ¿los habrán amenazado? o quién sabe qué. Y tengo testigos, porque la Universidad de Antioquia que acompaña a nivel nacional al Ministerio de Educación, estaba conmigo ese día que íbamos a firmar un acta”.

 

O.C: A propósito de esta visita de la Universidad de Antioquia, ¿qué ha observado y que le han mostrado?

 

I.P: “Realmente ellos acompañan y asesoran el proceso, entonces hay una persona que asesora la parte financiera, hay una ingeniera de alimentos, una ambiental y una sanitaria, que miran e inspeccionan muy bien esta parte, pues ellos hicieron parte de la comisión que iba hacer un recorrido por las diferentes instituciones educativas, y con el primero que nos tropezamos fue mediante una denuncia de que se estaban preparando alimentos en una bodega de donde se expedían malos olores, ellos acompañaron y estuvieron ahí”.

 

O.C: ¿Quién hace la interventoría?

 

I.P: “El mismo Icbf es el encargado de eso”. O.C: ¿Al comienzo de la administración ustedes encontraron casos similares con el anterior operador?I.P: “No, nosotros no habíamos tenido este tipo de inconvenientes, la verdad es que en la transición a este año desmejoraron demasiado el servicio. Nosotros de manera concertada determinábamos hasta los establecimientos educativos a los cuales se iban a llevar los alimentos. Y este año sin ninguna coordinación, empezaron hacer entrega de manera desordenada e incompleta.Es la hora y todavía a mí el Icbf no me ha entregado la relación de raciones por establecimientos educativos que se están dando, es decir, oficialmente no lo han entregado, debió venir la coordinadora nacional de coberturas, con presencia de la Universidad de Antioquia, hacer una reunión en donde citamos al Icbf y pusimos en conocimiento todas las irregularidades que se estaban presentando”.

 

O.C: Maná aduce que tiene fotografías de que el otro operador, contratado directamente por el Distrito también está fallando en la entrega de alimentos.

 

I.P: “Nosotros no tenemos inconvenientes ahora mismo con ninguno de los establecimientos educativos a los que se está llevando a través del convenio directo que realizó la Alcaldía; no tengo ni una sola denuncia por parte de rectores, ni de las condiciones, ni de la calidad, ni de la cantidad.Yo me entero de la prestación del servicio educativo que había iniciado porque me empezaron a decir que llegaron 50 raciones menos en el Inem; que en el Rodrigo de Bastidas tenían 30 ó 40 por ciento menos, unos decían me llegó un lunes, otros un martes, miércoles o sea no llegan al mismo tiempo las raciones, y en el mismo Aereomar las ecónomas que están ahí se me acercaron a decirme que era indigno el salario que ellas estaban recibiendo, y que por primera vez ellas, en todos los años que llevan prestando sus servicios en los comedores escolares, veían el tema de reempacados, y unas remuneraciones por ración muy bajas. Alguna me afirmó que había recibido 60 mil pesos por el mes”.

 

O.C: ¿Qué sabe del consorcio Maná?

 

I.P: “No conocemos su trabajo, ni sus antecedentes, ni nada por el estilo. Lamentablemente cuando conozco de ellos es por la queja de los rectores: primero, yo tenía una reunión con rectores en febrero sobre el tema de matrículas y plantas, ellos me llaman una noche a decirme que querían intervenir en la reunión y yo ni siquiera sabía quiénes eran, no tenían una presentación formal, les dije que eso sería mejor en una reunión con una agenda preaprobada, conocida por los rectores.Luego hicieron una reunión con los rectores en donde nosotros no fuimos ni invitados ni informados, y sé que estuvieron molestos porque unos rectores se levantaron de la reunión, cuando les tocaron el tema de las cantidades incompletas y los días que habían dejado de entregar las raciones en algunos de los establecimientos. Ellos dijeron ‘no eso después se subsanar’ y los rectores se sintieron ofendidos porque le estaban metiendo los dedos en la boca prácticamente, por que como tú subsanas, por ejemplo en el Inem, la primera semana ya tenía más de 1.000 raciones por debajo de las que deberían haber llegado y entonces fue uno de los primeros rectores que se levantaron, igual el del Rodrigo de Bastidas, según ellos contaron que se sintieron ofendidos por el trato que les estaban dando.

 

FRASE A DESTACAR

 

“Yo presencié desayunos que se estaban entregando a las diez de la mañana que acababan de llegar: una mantequilla derretida, leche que los niños no querían consumir porque tenía sabor a harina, decían ellos. Eso estaba como adulterado y ni siquiera podíamos verificar si estaba vencida o no puesto que era una bolsa blanca, no tenia registro ni de marca, no tenia fecha de vencimiento, ni de expedición del producto”, Ingris Padilla, secretaria de Educación.